¿Cómo saber mi tipo de piel?

Como saber tipo de piel

Saber cuál es tu tipo de piel es esencial para encontrar tu rutina perfecta de cuidado facial. Descubre tu tipo de piel con este sencilla guía!

Si quieres tener una piel saludable y radiante, la clave está en conocer tu tipo de piel para poder utilizar los productos adecuados en una rutina que responda a las necesidades de tu piel y la cuide como se merece. Intentar seguir una rutina sin conocer exactamente las necesidades de tu piel, podría ser contraproducente ya que podríamos estar alterando la piel y no dándole los cuidados que necesita. A pesar de que es uno de los puntos más importantes para conseguir una rutina adecuada, también es uno de los errores más comunes que cometemos, porque conocer cuál es tu tipo de piel, no es tan sencillo como parece.

Además hay que tener en cuenta que nuestro tipo de piel puede cambiar. Los cambios hormonales desde la adolescencia hasta la edad adulta, el entorno, el clima… incluso nuestros hábitos pueden alterar nuestra piel y cambiar sus necesidades por temporadas.

Pero no te preocupes porque en este artículo, te explicaremos cómo identificar tu tipo de piel para que puedas mantenerla en su mejor estado.

¿Por qué es importante conocer tu tipo de piel?

Cada tipo de piel tiene sus necesidades específicas y reacciona de manera diferente a los productos y tratamientos de cuidado de la piel. Si usas productos inadecuados para tu tipo de piel, es posible que no obtengas los resultados deseados y, en algunos casos, podrías empeorar la condición de tu piel. Por lo tanto, conocer tu tipo de piel es fundamental para cuidarla adecuadamente y mantenerla saludable y radiante.

¿Cuáles son los tipos de piel?

Hay cuatro tipos de piel: normal, seca, grasa y mixta. Es posible que, con el tiempo, tu piel cambie de un tipo a otro debido a diversos factores como la edad, el clima, los cambios hormonales y los productos que usas. A continuación, detallamos cada tipo de piel para que puedas identificar el tuyo.

Piel normal

La piel normal o “neutra” es aquella que está en un punto intermedio, ni grasa ni seca, y generalmente tiene un brillo natural. Suele tener una textura suave y como mucho, algunos poros, imperfecciones ocasionales o algo de sequedad, pero sin llegar a ser molesto. No suele presentar imperfecciones ni sensibilidad.

Piel seca

A simple vista, la piel seca a menudo se muestra apagada, sin luminosidad. Al tacto suele notarse áspera y deshidratada. A veces puede sentirse tirante, incluso puede tener descamaciones. De hecho, esta piel es más propensa a sufrir eccema o dermatitis ya que la barrera suele estar dañada.

La piel seca se debe a una falta de humedad en la capa córnea, lo que, por un lado, hace que los poros sean casi invisibles debido a la falta de sebo (algo bueno tenía que tener). Esta falta de humedad provoca también que la piel pierda su elasticidad natural, por lo que suele sentirse tirante, molesta y es más propensa a las arrugas y líneas de expresión.

Para poner las cosas más complicadas, hay que diferenciar entre piel seca y deshidratada. La piel deshidratada es un estado temporal de la piel que se debe a una pérdida excesiva de agua que puede deberse a factores internos y/o externos. Puede ser que necesites beber más agua pero también puede deberse a una mala alimentación. El exceso de alimentos salados, azúcar, alcohol o abusar de la cafeína pueden causar la piel deshidratada. También una exposición al sol excesiva o vivir en un entorno muy seco pueden provocar la deshidratación de tu piel. Si quieres saber si tienes la piel seca o simplemente está deshidratada, fíjate en los poros. La piel seca tiene poros pequeños mientras que en la piel deshidratada los poros son bien visibles al estar dilatados. Su tratamiento suele ser el mismo, sólo que la piel deshidratada volverá a su estado “habitual” en cuanto recupere el agua que necesita.

Echa un vistazo a las mejores hidratantes y sérums para pieles secas y deshidratadas.

Piel grasa

La piel grasa también puede ser propensa a la aparición de brillos a lo largo del día. También suele tener poros más visibles debido a un exceso de sebo generado por las glándulas sebáceas. Es por eso que esta piel puede ser propensa al acné y los puntos negros, puntos blancos y espinillas. La piel grasa también puede aparecer por cambios hormonales, como el período o los embarazos.

Aunque los granos y los brillos pueden resultar bastante molestos y en algunos casos, incluso necesitar de tratamientos dermatológicos, también tiene su parte buena. La piel grasa tiene la ventaja de envejecer mejor y tener menos arrugas, ya que ese sebo actúa como humectante retrasando la aparición de los signos de la edad.

Sugerencia: Que la piel tenga exceso de grasa a veces es provocado por una falta de hidratación, ya que la piel deshidratada tiende a generar exceso de sebo para compensar la falta de humedad. Por eso es importante utilizar cremas o sérums hidratantes específicos para este tipo de piel, que aporten hidratación sin aportar grasa.

Limpiar tu piel en exceso no te ayudará a reducir el exceso de grasa. De hecho, el uso de limpiadores demasiado agresivos que no sean adecuados para la piel grasa pueden hacer que la piel genere todavía más grasa, al eliminar la protección natural de la piel con el lavado. Lo ideal es utilizar un limpiador suave mañana y noche. Echa un vistazo a nuestro artículo con los mejores limpiadores faciales para piel grasa.

Piel mixta

La piel mixta es una de las más comunes y es aquella que tiene una combinación de características de la piel seca y grasa. La piel mixta suele ser más grasa en la zona T (frente, nariz y mentón) por lo que suele tener poros grandes y sin embargo estar más seca en las mejillas. Esta combinación de características puede dificultar la elección de los productos adecuados para el cuidado de la piel y a veces la opción más sencilla es utilizar diferentes productos para cada zona.

Sugerencia: Utiliza cremas o sérums hidratantes ligeros no comedogénicos por toda la cara, pero aplica una mascarilla o una crema más densa en las zonas más secas o con parches. De esta forma aportarás la hidratación que necesita cada zona, sin aportar exceso de grasa.

¿Cómo saber cuál es mi tipo de piel?

Para identificar tu tipo de piel, es importante observar tus características faciales y los síntomas de tu piel. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.

Observa tus poros

Observa tus poros en la zona T (frente, nariz y mentón) y en las mejillas. Si tus poros son pequeños y apenas visibles, es posible que tengas piel normal o seca. Si tus poros son más grandes y visibles, es posible que tengas piel grasa o mixta.

Siente la textura de tu piel

Pasa tus dedos por tu piel para sentir su textura. Si sientes tirantez, descamación o aspereza, es posible que tengas piel seca. Si sientes una textura gruesa y aceitosa, es posible que tengas piel grasa. Si sientes una textura mixta en diferentes áreas de tu cara, es posible que tengas piel mixta.

Observa la sensibilidad de tu piel

Si tu piel se irrita fácilmente o tienes una tendencia a las erupciones cutáneas, enrojecimiento o inflamación, es posible que tengas piel sensible. La piel sensible puede ser de cualquier tipo, incluyendo normal, seca, grasa o mixta.

Observa el brillo de tu piel

Si tu piel tiene un brillo natural, es posible que tengas piel normal. Si tu piel tiene un brillo excesivo, especialmente en la zona T, es posible que tengas piel grasa o mixta.

Observa la presencia de imperfecciones

Si tienes una piel suave y sin imperfecciones, es posible que tengas piel normal. Si tienes puntos negros, acné o granos, es posible que tengas piel grasa o mixta. Si tienes una piel seca y áspera, es posible que tengas piel seca.

Prueba para saber cuál es tu tipo de piel

Si todavía no tienes claro cuál es tu tipo de piel, o presenta varios síntomas, es que quizá tengas la piel mixta. Sal de dudas con esta sencilla prueba:

  • Lava la cara con un limpiador suave, sécala a toquecitos con la toalla y observa su comportamiento 30 minutos más tarde.
  • ¿Han aparecido brillos en la zona T (frente, nariz y mentón)? ¿Tus poros se ven dilatados? Podría ser grasa.
  • ¿Tienes parches o descamaciones? ¿Sientes la piel tirante? Podría ser seca.
  • ¿Tienes síntomas de los dos tipos? Podría ser mixta.
  • ¿No tienes ninguna molestia, ni brillos, ni poros? Podrías tener la piel normal.

Revisa con más detalle los signos de cada tipo que describimos más arriba. Puedes realizar esta prueba cada seis meses o cuando veas que tu rutina ya no te funciona. Puede que tu piel haya cambiado debido a las hormonas, edad, dieta o clima.

Preguntas Frecuentes

  1. ¿Es posible tener más de un tipo de piel? Sí, es posible tener una piel mixta con características de piel seca y grasa.
  2. ¿Puede mi tipo de piel cambiar con el tiempo? Sí, tu tipo de piel puede cambiar debido a diversos factores como la edad, el clima y los cambios hormonales.
  3. ¿Puedo usar los mismos productos para mi piel en todas las estaciones? No necesariamente, es posible que debas cambiar tus productos de cuidado de la piel según la estación y el clima.
  4. ¿Cómo puedo cuidar mi piel si tengo piel sensible? Es importante usar productos suaves y evitar productos que contengan fragancias y químicos irritantes.
  5. ¿Qué tipo de productos debo usar si tengo piel seca? Debes usar productos hidratantes que ayuden a retener la humedad en tu piel. Echa un vistazo a nuestra rutina completa para piel seca.
  6. ¿Cómo puedo tratar el acné si tengo piel grasa? Debes usar productos que contengan ácido salicílico o peróxido de benzoilo para ayudar a eliminar el exceso de aceite y prevenir futuros brotes de acné. No te pierdas nuestra rutina completa de productos para pieles grasas.

Conclusión

Identificar tu tipo de piel es crucial para mantenerla saludable y radiante. Es importante elegir productos y hábitos de cuidado de la piel adecuados según tu tipo de piel para obtener mejores resultados. Observa tus poros, siente la textura de tu piel, observa la sensibilidad de tu piel, el brillo de tu piel y la presencia de imperfecciones para determinar tu tipo de piel.

Mantén una buena rutina de limpieza, hidratación y protección solar para mantener tu piel en su mejor estado. ¡Cuida tu piel y disfruta de una piel radiante y saludable!

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