La manicura de gel o permanente se ha hecho muy popular, pero ¿conoces sus riesgos? ¿sabes que puede envejecer la piel de las manos?
Las manos son una de nuestras cartas de presentación, y es lógico que queramos llevar unas uñas cuidadas y siempre perfectas. Las uñas de gel, también llamada manicura permanente, ha pasado de ser algo que se realizaba con motivo de una ocasión especial, a un hábito recurrente. Además con motivo de la pandemia muchos hemos comprado una lámpara de UV y un kit de esmaltes para hacernos la manicura en casa o reducir gastos.
Como en todo, no hay por qué alarmarse siempre que esta manicura se realice con el equipamiento adecuado y con productos de calidad. Sin embargo está claro que no todo esto se cumple en todos los casos y se utilizan esmaltes de mala calidad con ingredientes dañinos como: tolueno, ftalato de dibutilo, formaldehído, resina de formaldehído y alcanfor.
Además de todos estos problemas que pueden observarse en la uñas, la mayoría de las lámparas que se utilizan para endurecer el esmalte son de luz UV o Led, lo que significa que nuestra piel también está recibiendo esa radiación. Se trata de tan sólo unos segundos cada vez, pero que con cada sesión se van acumulando. De ahí que comiencen a aparecer las típicas pecas o manchas que normalmente aparecen por la edad, pero en este caso se trata de personas jóvenes que recurren a este tipo de manicura de forma habitual. Y no sólo eso, estas lámparas pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades de piel, debido al sobre exposicionamiento.
Los dermatólogos ya han dado la voz de alarma: cada vez llegan más casos a las consultas de uñas abiertas o estropeadas y más recientemente han empezado a observar manchas en la piel a pesar de tratarse de personas jóvenes.
Para estos casos recomiendan utilizar protector solar SPF 30 o superior, 30 minutos antes de hacerse la manicura o utilizar unos guantes opacos sin puntas, para reducir lo máximo posible la exposición de la piel.
También resaltan la importancia de hidratar la piel, uñas y cutículas, y sobretodo acudir al dermatólogo en caso de que veamos irritación o reacción anormal de la piel.
También es aconsejable hacer periodos de descanso para dejar que las uñas y las manos se recuperen.